Ámsterdam, la capital de los Países Bajos, es una ciudad que encanta con su arquitectura única, sus canales serpenteantes y su atmósfera liberal y acogedora. Con más de 400 años de historia marítima, esta ciudad compacta y perfectamente diseñada para recorrer en bicicleta ofrece una combinación irresistible de arte de clase mundial, historia fascinante y una calidad de vida envidiable. Cuatro días es el tiempo perfecto para explorar sus museos icónicos, perderte por sus barrios históricos y experimentar el estilo de vida holandés.
Cuatro días en Ámsterdam te permiten sumergirte en su rica herencia artística visitando museos con obras de Rembrandt y Van Gogh, explorar sus pintorescos canales declarados Patrimonio de la Humanidad, descubrir la conmovedora historia de Ana Frank, pedalear como un local por calles empedradas y disfrutar de la vibrante escena gastronómica que va mucho más allá de los stroopwafels. La ciudad ofrece una experiencia europea única donde la tolerancia, la creatividad y la tradición se mezclan de forma natural.
Hemos diseñado este itinerario equilibrando las atracciones imprescindibles con tiempo para experimentar la vida cotidiana de Ámsterdam. Cada día tiene un tema central pero con suficiente flexibilidad para adaptarse a tus intereses, desde mercados de flores hasta cafés bruin (pubs tradicionales marrones), pasando por paseos en bicicleta y cruceros por los canales. Lo mejor: incluye consejos prácticos para moverte como un local y evitar las multitudes turísticas que se concentran en las zonas más conocidas.
Índice
- Día 1: El corazón histórico de Ámsterdam
- Día 2: Museos de clase mundial
- Día 3: Barrios auténticos y cultura local
- Día 4: Excursiones y despedida
- Consejos prácticos para moverte por Ámsterdam
- Dónde comer: del kroket al restaurante indonesio
- Planifica tu presupuesto
- Cómo alquilar y usar una bicicleta
Día 1: El corazón histórico de Ámsterdam
Tu primera mañana en Ámsterdam debe comenzar en la Plaza Dam, el corazón geográfico e histórico de la ciudad. Llega temprano (alrededor de las 9:00 AM) para admirar el Palacio Real (Koninklijk Paleis), originalmente el ayuntamiento del siglo XVII y ahora residencia oficial de la familia real holandesa. Si está abierto al público (verifica el calendario, ya que cierra durante eventos oficiales), la visita vale la pena por sus salones de mármol, el impresionante Salón del Burgemeester y la arquitectura del Siglo de Oro holandés. La entrada cuesta aproximadamente €12.50.
Desde la Plaza Dam, camina hacia el Barrio Rojo (De Wallen), que más allá de su fama nocturna, es uno de los barrios más antiguos de Ámsterdam con hermosa arquitectura medieval. Durante el día tiene un ambiente completamente diferente, perfecto para admirar las casas inclinadas del siglo XVII, los puentes pintorescos y las iglesias históricas sin las multitudes nocturnas. Visita la Oude Kerk (Iglesia Vieja), la iglesia más antigua de Ámsterdam construida en 1306, con su impresionante techo de madera y suelo de lápidas antiguas. La torre ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
Por la tarde, pasea por el mercado de flores flotante Bloemenmarkt en el canal Singel, una institución de Ámsterdam desde 1862. Aquí puedes comprar bulbos de tulipanes para llevar a casa (asegúrate de que tengan certificado fitosanitario para exportar), admirar las flores de temporada y disfrutar del colorido espectáculo. Continúa hacia Begijnhof, un patio interior tranquilo del siglo XIV que originalmente albergaba a las beguinas, mujeres católicas que vivían en comunidad semi-religiosa. Este oasis de paz en medio del bullicio de la ciudad es gratuito y ofrece un contraste marcado con las calles turísticas cercanas.
Termina tu primer día con un crucero por los canales al atardecer (aproximadamente 1 hora), cuando la luz dorada baña las fachadas de las casas del canal y puedes ver Ámsterdam desde la perspectiva que la define. Reserva un crucero con audioguía o guía en vivo para aprender sobre la historia y arquitectura de los canales. Las salidas desde Centraal Station o cerca de Anne Frank Huis son las más convenientes. Cena en el barrio de Jordaan, conocido por sus restaurantes acogedores y ambiente bohemio.
Día 2: Museos de clase mundial
El segundo día está dedicado al arte y la cultura, comenzando temprano en el Rijksmuseum, el museo nacional de los Países Bajos. Reserva tu entrada online con varios días de antelación y llega cuando abren (9:00 AM) para evitar las multitudes del mediodía. El Rijksmuseum alberga la colección más importante de arte holandés del Siglo de Oro, incluyendo obras maestras como “La Ronda de Noche” de Rembrandt, “La Lechera” de Vermeer y “El Alegre Bebedor” de Frans Hals. Dedica al menos 3 horas a explorar las galerías, pero no intentes verlo todo - concéntrate en los highlights de pintura holandesa y las secciones de arte asiático y objetos históricos.
La arquitectura del edificio en sí es impresionante, especialmente la biblioteca Cuypers con sus vitrales y el jardín de esculturas. No te pierdas el paso subterráneo decorado con azulejos de Delft que conecta el museo con la plaza Museumplein. Después de la visita, toma un descanso en el café del museo o en los Jardines del Rijksmuseum, un espacio verde perfecto para un picnic si el clima acompaña.
Por la tarde, camina hasta el Museo Van Gogh, a solo 5 minutos del Rijksmuseum. Este museo alberga la mayor colección de obras de Vincent van Gogh del mundo, con más de 200 pinturas, 500 dibujos y 750 cartas del artista. La colección está organizada cronológicamente, permitiéndote seguir la evolución artística y personal de Van Gogh desde sus oscuros primeros trabajos en los Países Bajos hasta sus vibrantes obras del período francés. No te pierdas “Los Girasoles”, “Los Comedores de Patatas”, “La Habitación de Arles” y varios autorretratos. La entrada cuesta €22 y DEBE reservarse online con fecha y hora específicas - no venden entradas en taquilla.
Si todavía tienes energía y te interesa el arte contemporáneo, el Stedelijk Museum está justo al lado, con su distintiva ampliación moderna apodada “la bañera”. Alternativamente, relájate en Vondelpark, el parque más famoso de Ámsterdam, perfecto para observar a los locales haciendo picnic, tocando música o simplemente disfrutando del aire libre. El parque tiene varios cafés donde puedes tomar una cerveza holandesa mientras absorbes la atmósfera relajada de la ciudad.
Día 3: Barrios auténticos y cultura local
El tercer día comienza con la visita más emotiva de tu estancia en Ámsterdam: la Casa de Ana Frank (Anne Frank Huis). Este museo preserva el escondite donde Ana Frank y su familia vivieron ocultos durante dos años durante la ocupación nazi, y donde escribió su famoso diario. Las entradas DEBEN reservarse online con semanas de antelación, ya que se agotan rápidamente. El museo solo acepta reservas online, no hay venta en taquilla. La visita dura aproximadamente 1 hora y es una experiencia conmovedora que te conecta directamente con la historia del Holocausto.
Después de esta visita emotiva, tómate tiempo para procesar la experiencia caminando por el encantador barrio de Jordaan, el antiguo barrio obrero que ahora es una de las zonas más deseables de Ámsterdam. Sus calles estrechas están llenas de galerías de arte independientes, boutiques vintage, tiendas de quesos artesanales, cafés acogedores y mercados locales. Los lunes por la mañana visita el Noordermarkt para el mercado de productos orgánicos y de segunda mano, o los sábados para el mercado de granjeros con productos locales, quesos, panes artesanales y flores.
Por la tarde, explora el barrio de De Pijp, el área más multicultural y vibrante de Ámsterdam. El corazón del barrio es el Albert Cuypmarkt, el mercado callejero más grande de Europa con más de 260 puestos vendiendo de todo: desde quesos gouda y edam hasta ropa vintage, especias exóticas, pescado ahumado y stroopwafels recién hechos. Prueba un haring (arenque crudo) con cebolla servido de forma tradicional, un kroket (croqueta holandesa frita) o un patatje oorlog (papas fritas con mayonesa, salsa de maní y cebolla cruda).
Visita la Cervecería Heineken Experience si te interesa conocer la historia de la cerveza más famosa de Holanda. El tour interactivo incluye la historia de la marca, el proceso de elaboración, experiencias multimedia y degustaciones. Alternativamente, opta por una cervecería artesanal local como Brouwerij ‘t IJ, ubicada en un molino de viento histórico, donde puedes probar cervezas locales en un ambiente auténtico. Termina el día cenando en uno de los restaurantes indonesios de De Pijp - la cocina indonesia es parte integral de la cultura culinaria holandesa debido a la historia colonial, y Ámsterdam tiene algunos de los mejores restaurantes indonesios fuera de Indonesia.
Día 4: Excursiones y despedida
Tu último día ofrece la oportunidad de explorar más allá de Ámsterdam con una excursión a los pueblos tradicionales holandeses. La opción más popular es alquilar una bicicleta (o unirte a un tour en bici) y visitar Zaanse Schans, un área de molinos de viento históricos a solo 20 km de Ámsterdam. Alternativamente, puedes ir en tren (20 minutos desde Centraal Station hasta Zaandijk Zaanse Schans) y caminar 15 minutos hasta el área de molinos.
Zaanse Schans es un museo al aire libre que recrea la vida holandesa del siglo XVIII, con molinos de viento funcionando, talleres tradicionales donde hacen queso y zuecos de madera, casas históricas y tiendas de artesanía. La entrada al área es gratuita, aunque los molinos individuales y museos cobran pequeñas tarifas (€5-8 cada uno). El paisaje de molinos reflejándose en el agua es icónico y perfecto para fotografías. Dedica la mañana a explorar, observar cómo hacen queso gouda en las granjas tradicionales y ver demostraciones de fabricación de zuecos.
Si prefieres explorar pueblos pesqueros, Volendam y Marken son excelentes opciones. Volendam es un pintoresco pueblo a orillas del IJsselmeer con casas de colores, restaurantes de pescado fresco y tiendas de souvenirs. Marken, conectado por un dique, mantiene su arquitectura tradicional de casas de madera sobre pilotes. Puedes llegar en autobús desde Ámsterdam (bus 316 desde Centraal Station) o en barco desde Volendam. Otra opción encantadora es visitar Edam, famoso por su queso, con un bonito mercado de quesos los miércoles en verano.
Regresa a Ámsterdam a media tarde para disfrutar de tus últimas horas en la ciudad. Visita el barrio de Oud-West para una experiencia más local, con el Mercado de Ten Kate (de lunes a sábado) y cafés frecuentados por residentes. Pasea por el Westerpark, un parque reconvertido de una antigua gasificadora que ahora alberga galerías, restaurantes y espacios creativos. Para las últimas compras, dirígete a Haarlemmerstraat y Haarlemmerdijk, calles llenas de boutiques independientes, tiendas de diseño holandés, librerías y delicatessens donde puedes comprar queso gouda añejo, jenever (ginebra holandesa), stroopwafels artesanales y chocolate holandés de calidad.
Termina tu estancia con una cena de despedida en un café bruin tradicional, los icónicos pubs marrones de Ámsterdam con interiores acogedores, mesas de madera gastadas y atmósfera histórica. Café ‘t Smalle en Jordaan, Café Hoppe cerca de Spui o Café de Dokter (el bar más pequeño de Ámsterdam) son excelentes opciones para brindar con una cerveza local mientras recuerdas los momentos especiales de tu viaje en esta ciudad única que combina historia, arte, tolerancia y calidad de vida como ninguna otra.
Consejos prácticos para moverte por Ámsterdam
Ámsterdam es una ciudad compacta y plana, perfecta para recorrer en bicicleta como hacen los locales, o a pie si prefieres un ritmo más tranquilo. El centro histórico es pequeño y puedes caminar de un extremo a otro en aproximadamente 45 minutos. Sin embargo, la bicicleta es verdaderamente la forma más auténtica y eficiente de moverte - hay más bicicletas que habitantes en Ámsterdam (más de 880,000 bicis para 800,000 residentes).
El transporte público de GVB incluye tranvías, autobuses y metro, todos muy eficientes. La tarjeta recargable OV-chipkaart es imprescindible si planeas usar transporte público regularmente. Puedes comprar una tarjeta anónima por €7.50 en máquinas de las estaciones o tiendas autorizadas, y recargarla con el saldo que necesites. Un viaje en tranvía cuesta €3.40 con OV-chipkaart versus €3.40 también pagando con tarjeta de crédito sin contacto (los billetes de papel ya no existen). Para estancias de varios días, la Amsterdam Travel Ticket (€19 por 24 horas, €28 por 48 horas, €36 por 72 horas) incluye transporte público ilimitado.
Los tranvías son la forma más pintoresca de moverte - las líneas 2 y 5 son especialmente útiles para turistas. El tranvía 2 pasa por Centraal Station, Jordaan, Museumplein y De Pijp. Recuerda siempre check-in y check-out con tu tarjeta OV al entrar y salir de tranvías/autobuses, o te cobrarán la tarifa máxima. Para trayectos al aeropuerto de Schiphol, el tren es la mejor opción: solo 15-20 minutos desde Centraal Station y muy frecuente (cada 10 minutos).
Los taxis son caros y generalmente innecesarios en el centro. Si necesitas uno, usa Uber o la app local TCA Taxi. Los barcos ferry gratuitos desde Centraal Station hacia Amsterdam Noord (gratuitos, operados por GVB) son una forma encantadora de cruzar el río IJ y experimentar el transporte acuático. La bicicleta acuática y los ferries turísticos también están disponibles si quieres explorar los canales de forma diferente.
Dónde comer: del kroket al restaurante indonesio
La gastronomía holandesa tradicional es reconfortante y sustanciosa, perfecta después de un día pedaleando por la ciudad. El desayuno típico holandés incluye pan con queso gouda o edam, jamón, huevos, hagelslag (virutas de chocolate para untar en pan con mantequilla - sí, los holandeses desayunan chocolate), y por supuesto, pannekoeken (panqueques holandeses) que son más grandes y delgados que los americanos, servidos dulces o salados.
Los platos que no puedes perderte incluyen: bitterballen (croquetas de carne perfectas con cerveza), kroket (croqueta alargada, a menudo de ternera ragú), haring (arenque crudo con cebolla), stamppot (puré de patatas con verduras, típicamente servido con salchicha ahumada), erwtensoep (sopa de guisantes espesa perfecta en invierno), stroopwafels recién hechos (dos wafles delgados unidos con sirope de caramelo), y poffertjes (mini panqueques esponjosos con mantequilla y azúcar glass).
Para experiencias auténticas y económicas, prueba los comedores automáticos FEBO y otras cafeterías de pared con croquetas y snacks en compartimentos que funcionan con monedas - una experiencia quintesencialmente holandesa y disponible 24/7. Los mercados como Albert Cuypmarkt son perfectos para probar comida callejera económica. Para comida indonesia, Ámsterdam ofrece restaurantes excelentes como Tempo Doeloe, Blue Pepper o Kantjil & de Tijger donde puedes disfrutar de un rijsttafel (literalmente “mesa de arroz”), una comida festiva con docenas de pequeños platos que comparten influencias holandesas e indonesias.
Los cafés bruin (cafés marrones) son instituciones locales donde los holandeses se reúnen para beber cerveza, jugar al billar y socializar. El nombre viene de las paredes teñidas por décadas de humo de tabaco (aunque ahora está prohibido fumar dentro). Sirven cerveza holandesa como Heineken, Amstel, Grolsch y Bavaria, además de jenever, la ginebra holandesa tradicional que se sirve en vasos pequeños llenos hasta el borde y se bebe agachándose para tomar el primer sorbo. Para alta cocina, Ámsterdam tiene numerosos restaurantes con estrellas Michelin como Ciel Bleu, Librije’s Zusje o &moshik que reinterpretan ingredientes locales con técnicas modernas.
No te vayas sin probar queso holandés de calidad - visita tiendas especializadas como Reypenaer o De Kaaskamer donde puedes degustar diferentes añejamientos de gouda (desde joven y cremoso hasta viejo y cristalizado), queso de cabra, queso con trufa o comino, y aprender sobre la tradición quesera holandesa. Para dulces, además de stroopwafels, prueba los Drop (regaliz holandés, un gusto adquirido), pepernoten (galletas especiadas), y chocolates de marcas locales como Puccini o Tony’s Chocolonely.
Planifica tu presupuesto
Ámsterdam es una de las ciudades más caras de Europa, especialmente para alojamiento y comidas en zonas turísticas, pero con planificación inteligente puedes disfrutarla sin vaciar tu cuenta bancaria. Los Países Bajos usan el euro, y las tarjetas de crédito/débito son ampliamente aceptadas - de hecho, muchos lugares son completamente cashless. Sin embargo, lleva algo de efectivo para mercados pequeños y establecimientos tradicionales.
Las entradas a museos principales cuestan: Rijksmuseum €22.50, Van Gogh Museum €22 (online obligatorio), Casa de Ana Frank €16 (online obligatorio), Heineken Experience €21. La I Amsterdam City Card (€65 por 24h, €85 por 48h, €100 por 72h, €115 por 96h) incluye entrada gratuita a muchos museos, transporte público ilimitado y descuentos en atracciones - calcula si vale la pena según tus planes. La Museumkaart (€69.95) da acceso ilimitado durante un año a más de 400 museos en los Países Bajos y es excelente valor si planeas visitar varios museos.
Para alojamiento, el centro histórico y el área de canales son caros pero convenientes. Considera barrios como De Pijp, Oud-West, Amsterdam Noord o cerca de Vondelpark para mejor relación calidad-precio. Los hostels cuestan desde €30-50 por noche en dormitorio, hoteles económicos €90-150 por habitación doble, hoteles boutique desde €180. Los precios varían enormemente según temporada - evita abril (temporada de tulipanes y King’s Day el 27 de abril) cuando los precios se triplican. Reserva con meses de antelación para mejores tarifas.
El transporte público es razonable: €19-36 para pases de 1-3 días. Alquiler de bicicletas cuesta €10-15 por día. Para comidas, calcula €8-12 por comida rápida/street food, €15-25 por almuerzo en café informal, €30-50 para cena de tres platos con bebida en restaurante medio. Los supermercados Albert Heijn están por toda la ciudad para compras económicas. Una pinta de cerveza cuesta €5-7 en pubs normales, €3-4 en supermercados. Los precios en el Barrio Rojo y Dam Square suelen ser 50-100% más caros que en barrios residenciales para la misma calidad.
Cómo alquilar y usar una bicicleta
Andar en bicicleta en Ámsterdam es una experiencia esencial, pero requiere entender las reglas no escritas para no causar accidentes o frustrar a los locales. Primero, alquila una bicicleta holandesa tradicional (omafiets o opafiets) con freno de pedal retroceso - puede ser intimidante al principio si no estás acostumbrado, pero es más segura y auténtica que bicicletas con frenos de mano. Los alquileres cuestan €10-15 por día, menos para períodos más largos. Empresas recomendables: MacBike, Black Bikes, A-Bike o Bike City.
Asegúrate de que la bicicleta tenga un candado sólido (de aro que bloquea la rueda trasera) y un candado de cadena largo. SIEMPRE ata tu bicicleta a algo fijo, no solo uses el candado de aro - el robo de bicicletas es endémico en Ámsterdam. Nunca dejes objetos de valor en la cesta. Muchas estaciones de tren y áreas turísticas tienen aparcamientos vigilados de bicicletas que cobran €1-2 por día - vale la pena para seguridad.
Reglas esenciales: usa SIEMPRE el carril bici (fietspad) marcado con adoquines rojos y señales de bicicleta - caminar en carriles bici te hará muy impopular y es peligroso. Mantén la derecha, adelanta por la izquierda. Usa señales de mano para girar (brazo extendido hacia el lado que giras). En intersecciones, las bicicletas generalmente tienen prioridad sobre coches, pero no sobre tranvías - nunca compitas con un tranvía. No uses auriculares ni teléfono mientras pedaleas - está prohibido y peligroso.
Los ciclistas holandeses pedalean rápido y esperan que otros mantengan el ritmo - si eres lento o inseguro, mantente bien a la derecha. No frenes bruscamente sin señalizar. En semáforos, puedes ver docenas de ciclistas esperando - cuando se pone verde, arranca rápido o quedarás en medio del flujo. Cruces como Leidseplein o áreas cerca de Centraal Station pueden ser caóticos con ciclistas, tranvías, coches y peatones - mantén la calma y sigue el flujo. Con un poco de práctica, pedalear por Ámsterdam se vuelve natural y es la forma más divertida y eficiente de explorar la ciudad.
Ámsterdam en cuatro días es una introducción perfecta a una ciudad que celebra la creatividad, la tolerancia y el disfrute de la vida simple. Esta guía te ayudará a descubrir tanto los museos de clase mundial como los rincones secretos que los locales atesoran, creando recuerdos de paseos en bicicleta junto a canales llenos de flores, arenques compartidos en mercados bulliciosos, atardeceres dorados reflejándose en el agua, y esa sensación única de libertad y comunidad que solo Ámsterdam ofrece. Como dicen los holandeses, “Doe maar gewoon, dan doe je al gek genoeg” - simplemente sé normal, y ya es suficientemente loco.